Saliendo de lo tradicional que han sido los comicios en el país, el Consejo Nacional Electoral (CNE) resolvió ayer convocar a la consulta popular propuesta por el presidente de la República, Rafael Correa, el sábado 7 de mayo. Históricamente los procesos de elecciones se han realizado los domingos.
La fecha del plebiscito provocó intensos debates dentro del organismo electoral, porque el calendario coincidía con dos fechas festivas: el 1 de mayo, que se celebra el Día del Trabajo; y el siguiente domingo 8, que se festeja a las madres, y que es el último de los 60 días de plazo que establece la Constitución para que se realice ese proceso, después de la presentación del decreto ejecutivo, el pasado 21 de febrero.
Con votos de tres de los cinco miembros del CNE: Fausto Camacho, Marcia Caicedo y Manuela Cobacango, se aprobó que la consulta popular sea el 7 de mayo.
El presidente y vicepresidente del organismo, Omar Simon y Carlos Cortez, respectivamente, defendieron hasta el último momento la posibilidad de realizar la consulta el 1 de mayo, que coincidía con la posición del Ejecutivo, pero que tenía reparos de grupos sindicales que creían que afectaría las tradicionales marchas que esos grupos realizan por la conmemoración del trabajo.
“Este es un organismo democrático y respetamos la decisión de la mayoría”, dijo Simon en rueda de prensa.
Cobacango consideró que al extender la consulta hasta el último día hábil permite al CNE organizar de mejor manera el plebiscito.
La fecha de la consulta fue comunicada, vía Twitter, por la Presidencia de la República, apenas los consejeros concluyeron con la votación en el pleno, pasado el mediodía.
Cobacango aseguró que no hubo presión del Gobierno para decidir la fecha. “Fue un criterio técnico del Consejo, más allá de las peticiones de distintos sectores”.
Pero Simon se mostró sorprendido que la información haya circulado de inmediato. “No hay ninguna coordinación con el Gobierno, en lo absoluto. Estábamos en el pleno los cinco consejeros, el secretario y prosecretario, pero tampoco es un secreto”, respondió ante las inquietudes de la prensa.
El CNE también resolvió ratificar el diseño de la papeleta única multicolor con las diez preguntas y sus respectivos anexos en el reverso del documento. También solicitar al Ministerio de Finanzas un presupuesto de $ 22 millones para la realización del plebiscito, con la apertura de un nuevo desembolso para financiar imprevistos, probablemente de $ 1 millón adicional.
La fecha tope para que los electores puedan cambiar el domicilio será el 7 de marzo, para lo cual deben concurrir a las delegaciones provinciales con la cédula de identidad y un recibo de agua, luz o teléfono, en donde conste la dirección exacta de su casa.
Simon no descartó que el viernes 6 de mayo, en los establecimientos educativos en donde se instalarán las Juntas Receptoras del Voto, se suspendan las clases, y que incluso se disponga que la jornada laboral sea hasta el mediodía, para de esa manera facilitar el traslado de las personas.
“El Consejo tiene algunas facultades especiales durante el periodo electoral, o solicitaremos que el presidente de la República tome una decisión en este sentido”, agregó.
Antes que el Consejo Electoral inicie la sesión extraordinaria para decidir la fecha de la consulta, representantes del Frente Unitario de los Trabajadores acudieron al organismo para solicitar que no se realice el proceso el 1 de mayo y “exigir respeto al Día Mundial del Trabajo”.
Incluso amenazaron con tomar medidas si los consejeros no aceptaban sus sugerencias.
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